El sector de las máquinas recreativas pide modernización y menos limitaciones regulatorias en la hostelería

| 27 de marzo de 2025

El sector de las máquinas recreativas tipo B ha enfrentado un momento crucial en la Comunitat Valenciana, según ha quedado patente en la mesa redonda celebrada en el marco de EXPOJOC 2025. Bajo el título «La Máquina B en la nueva hostelería», representantes de todos los eslabones de la cadena -fabricantes, operadores y hosteleros- han analizado los desafíos y oportunidades de un sector que busca reinventarse ante los cambios tecnológicos y sociales.

Un sector estigmatizado que ha pedido igualdad de condiciones
Fidel Molina, representante de SOS Hostelería, ha denunciado la persistente estigmatización del sector: «Hemos demostrado durante años que somos un sector regulado, que cumple con todas las exigencias fiscales y legales, pero seguimos arrastrando un estigma social injusto». Molina ha destacado la paradoja de que mientras otras formas de juego han gozado de mayor aceptación social, las máquinas en hostelería siguen siendo vistas con recelo.

Esta percepción negativa, según los expertos, ha llevado a una reducción significativa del parque de máquinas. «En los últimos años hemos visto desaparecer entre el 20% y 25% de las máquinas tipo B en la Comunitat Valenciana», ha revelado Molina, quien lo ha atribuido no solo al estigma social, sino también a la falta de adaptación regulatoria a los nuevos tiempos.

Tecnología y digitalización: asignaturas pendientes
Josep Prieto, de IPS, ha tratado los cambios en los hábitos de consumo: «El cliente actual ha buscado inmediatez, personalización y comodidad. La placa de telemetría, ha explicado Prieto, permitiría analizar patrones de uso por franjas horarias, adaptar la oferta de juegos según la demanda y mejorar la experiencia del usuario final.

Sin embargo, los participantes han coincidido en que las limitaciones regulatorias han impedido aprovechar todo el potencial tecnológico. «Hemos tenido soluciones listas para implementar pagos digitales, sistemas de control avanzados con IA, pero hemos chocado con una normativa que no ha evolucionado al mismo ritmo que la tecnología», ha lamentado Molina.

Prieto ha defendido que «la IA ya está presente», pero requiere infraestructura: «Necesitamos recopilar datos en tiempo real y personal cualificado para interpretarlos». Molina ha insistido en que «la tecnología existe», citando como ejemplo los pagos con tarjeta: «Lo anormal es que un jugador no pueda usarla. ¿Por qué la Lotería Nacional sí lo permite?».

Regulación y diálogo con la administración
Juan José Tébar, de ASVOMAR, ha valorado la mayor seguridad jurídica reciente: «Ahora hay diálogo con el gobierno autonómico. Podemos invertir en modelos más avanzados sin miedo a cambios bruscos». Sin embargo, Molina ha reclamado flexibilidad: «Debe haber tasas fiscales diferenciadas según productos. La administración debe perder el miedo a tecnologías como la IA o el pago digital, que ya son norma en otros países».

Marco Antonio Castro, del Racó de Marc, ha coincidido en la urgencia de modernizar las máquinas: «Los hosteleros buscan variedad de juegos y comodidad. Si no evolucionamos, perderemos clientes».

Moderó la mesa Ignacio Murgadas, abogado.